Un mapeo de la Córdoba Contemporánea de la segunda década del XXI


Así como la primera década del siglo estuvo marcada por la presencia muy fuerte del Córdoba Ensamble y su Festival Internacional de Música Contemporánea, hacia la segunda se puede ver aparecer nuevos eventos que dialogan desde otros ámbitos. El Centro Cultural España Córdoba y la Universidad Nacional de Córdoba comienzan una actividad más intensa, y las actividades del Córdoba Ensamble comienzan a ponerse en eje con el grupo Composición La Colmena y el ensamble Suono Mobile (Eduardo Spinelli).

La década comienza con un evento internacional de mucha fuerza para el ambiente contemporáneo: La Bienal de Composición, Educación e Investigación tuvo su lugar en CePIA, UNC y significó un evento donde muchas figuras nacionales e internacionales discutieron algunos de los temas que servirían de desarrollo a la época. El evento tuvo dos versiones más en los años 2012 y 2015. También se desarrolló, un año más tarde, el Congreso internacional NuPACC. Poco después la Escuela de Artes de la UNC se transforma en Facultad de Artes. 



Por otro lado, otros actores culturales como Luis Toro desarrollan diferentes actividades como los Pick Nic, la Turba. las Jornadas Cage y el ciclo Cuerpo, Música, Acción?, y se configura un espacio de gran importancia para la contemporánea en el Ciclo del Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas, en torno a la figura del compositor Lucas Luján. 

Del lado electrónico, vinculado al "ambient" y al "noise", pero también a la improvisación libre y a la composición con electrónica, crece La Cúpula y el festival Santo Noise, de Jorge Castro. La nueva generación de músicos y productores de la ciudad, a su vez, empuja festivales colaborativos como Festival Sumar, donde puede verse un paradigma de mezclas musicales donde la cultura popular es fuerte, pero donde la contemporaneidad tiene un nicho a través de proyectos como Barro + PSS. 

Por su cuenta, el compositor Luis Pérez produce una gran cantidad de material y hacia el 2016 presenta el Festival Plataforma 21, de gran importancia como foto de época. Artistas contemporáneos de muchos espacios confluyen, lo que significa un evento inaudito, nunca antes visto la esfera de la cultura oficial, en el Teatro del Libertador San Martín.  Por fuera de este hecho, en la agenda oficial se registra un concurso propiciado por la Orquesta Sinfónica Provincial y algunas ediciones del premio de composición Mozart, de la Municipalidad de Córdoba.  En el ámbito institucional de la UPC se funda la CEFAD (Centro Experimental de la Facultad de Arte y Diseño)

proyecto[red]ensamble, grupo al que pertenezco, mantuvo su agenda de conciertes y participó en muchos de los eventos antes nombrados. Hacia el 2014 formalizó un espacio de "residencias compositivas", otro foco de desarrollo de ideas vinculado a la cultura cordobesa, vigente hasta nuestros días. Leim ensamble, por su parte, generó un espacio de gran escala en las Jornadas internacionales de Improvisación (2016-2017), por fuera de su agenda anual. Entre el 2010 y el 2014 estuvo en acción el ensamble Buenas Salenas, coordinado por Mauricio Hernandez, guitarrista que sostiene el dúo Pittis-Hernandez hasta hoy. 
 
Las Jornadas Silencio son otro evento muy fuerte, que convoca artistas y pensadores del ámbito local y nacional. Allí se discuten ideas que estaban dormidas para la ciudad y que fueron puestas en discusión por Jornadas Cage. Este espacio queda activo en el trabajo de la Orquesta Nacional del Silencio, que continúa en actividad.  Del lado de la educación, pero con una apertura a la presentación de grupos contemporáneos, las Jornadas Tosco hacen su aporte al diálogo. La Fundación Takian Cay, asimismo, con su Agrupación Coral de Cámara se lanzan hacia un estudio coral contemporáneo, hacia el 2018. 

En esta década, asimismo, explota la actividad teatral y danzística en la ciudad y se constituye un polo fuerte donde los compositores trabajan. Los espacios independientes como Casa Taller, Casa Revolución y Cabeza de Tormenta son otro fenómeno de época. Un grupo representativo vinculado a estos espacios es Las Hijas de Israel, grupo de arte extremo de una singularidad única para la ciudad. De modo independiente, asimismo, se configura el grupo de composición Tropel, hacia los últimos años de la década. Un colectivo más a agregar es el dúo "Músicas de Sobrevivencia" (Lorenzatti - Bartolomé)

Hacia el 2013 podemos señalar como un hecho importante el #CórdobaEnBuenosAires, propiciado por conDIT (Conteiner). Ese espacio llevó un movimiento basado en las figuras de Suono Mobile y el Córdoba Ensamble, con sus compositores protagónicos a una serie de entrevistas y conciertos en Buenos Aires. 

Hacia el 2015, INAMU da su puntapié inicial con el Festival Suenasur - Bienal del Fin del Mundo, en Mar del Plata. Participan aquí muchos grupos cordobeses de los diferentes afluentes que aquí nombramos. El hecho marca un interesante símbolo de federalismo en lo que hace a la financiación de cultura, desde el nuevo Ministerio de Cultura, que luego caerá con el cambio de presidencia. INAMU, no obstante, sostiene sus programas federales hasta hoy. 

Muchas otras actividades marcaron la década. El Festival de Performance Habeas Corpus atraviesa todo este espacio de tiempo, condensando un lugar para este género en la ciudad. Allí participan gran cantidad de músicos contemporáneos. Asimismo, la ciudad rebasa de festivales y eventos, en su mayoría vinculados a los grupos mencionados. En estos años se realiza el Festival Circuito Abierto, el Festival Tsonami, el festival Monte Sónico (CEFAD), 3 ediciones del Forum Nueva Música, el festival Cuatrociencia (400 años UNC) y el ciclo de encargos para orquesta "El Dirigible" de la Orquesta Sinfónica de la UNC. A su vez, el Grupo Composición La Colmena continúa produciendo actividades, continúa el ciclo Experimentalia en el CCEC y las actividades de CePIA se expanden y profundizan. 


Concluiremos la publicación, lejos de pretender un mapeo cerrado y definitivo, diciendo ilustramos el panorama de la ciudad de Córdoba de la última década. Seguramente muchas cosas de nuestra cultura quedan en el tintero, pero aún así creemos que el artículo da cuentas de un movimiento fuerte que existe en la ciudad. Analizar sus fuerzas dialécticas, sus disputas simbólicas y sus raíces sería un desenlace interesante. Por el momento, nos contentamos con dejar postulado ese conjunto de eventos y personajes que siembran el estado de cosas que nos deja parados ante la tercera década del XXI, que acabamos de inaugurar con una total singularidad. Pensarla es una especie de imperativo de quienes hacemos cultura, en medio de un sin fin de predicciones de crisis que se hacen ágora en las redes.