La última destrucción de Pianos de la historia

Entre nuestro punto de partida estímulo y nuestro recorrido a través de autores y herramientas para pensar el problema, arriesgamos hay algunas ideas que pueden vincularse al Concierto para Piano de Steen Andersen

 
 

Sin ubicar al autor en ninguna corriente en particular (no diremos escandalosamente que es un "posmoderno") rápidamente podemos ver diálogos con la herencia cultural musical: 

La herencia de los Piano Activities de Fluxus; y 
 
La herencia del piano preparado, de Cage, con el bagaje histórico de otros preparados en el medio. 
 
Por otro lado, como fuera presentado en los programas del Darmstadt Sommerkurs 2018, la obra dialoga con el Dogma ´95, movimiento del cine Danés de los 90´s, que tiene su correlato en el "Do It Yourself" de buena parte del rock heredero de la "Esperiencia Jimi Hendrix"
 


En términos de hipótesis para la comprensión del fenómeno estético, respecto de esta destrucción que vemos en el video (arriba), no podemos decir que esto signifique nada en particular. No es una expresión lineal del tipo "rompo un piano porque estoy enojado con la cultura". Si creo que podemos avanzar en la materialidad de una obra que dialoga con materiales del pasado (los más escandalosos), para desde allí construir los materiales propios. 

De este modo, el "look" de la obra una vez fabricado el gesto estará cargado con esta impronta y, casi cómicamente. Dado que el piano queda destruído, al tocarlo ocurre un instrumento lleno de sonidos ampliados, de técnicas extendidas, otro afluente de época que aquí se junta a lo ya enunciado.  

No sabemos si el piano fue intervenido después del lanzamiento desde la grúa. Si sabemos que fue sampleado para poder ser tocado en vivo y que este sonido (o los conjuntos de sonidos que resultan de un instrumento así tratado) son utilizados para generar materia sonora en los parlantes y en la orquesta. 

De modo que el gesto de arrojar el piano tiene una doble potencia. Por un lado nos da un material argumental (que luego seguirá trabajándose en las pantallas, durante toda la obra); por otro lado, nos da el argumento sonoro profundo, la piel de la obra, los colores que tendrán los sonidos y los límites acústicos en que el autor se moverá para desarrollar sus ideas musicales y audiovisuales. 

En este sentido, es una obra trans disciplinar. No podemos separar el video del audio, si queremos comprender el fenómeno estético. El cortometraje que nos muestra morbosamente como el piano es lanzado, y las sucesivas acciones que se ejecutan sobre el piano en el video son un material en sí, un tratamiento "argumental" que comparte escena con el piano y la orquesta. 


Cabrían aquí análisis de los materiales en sí, de los tratamientos en sí y de la dinámica de trabajo con los mismos, en otro nivel de detalle. Dado que el espacio está pensado para la divulgación a un público general, nos contentamos con poder comprender la operación macro del escandaloso fenómeno de la destrucción de instrumentos en la historia. Creemos que esto es interesante, ya que es simple para la cultura "esconder bajo la alfombra" las propuestas artísticas que no nos agradan o que se manifiestan de una manera monstruosa. La apuesta es extrema, esperamos que el diálogo que se suscite lo sea, asimismo.